Es un problema frecuente. Uno de los hándicaps que encontramos a la hora de analizar los resultados de un newsletter es que no tenemos manera de conocer cuántos de nuestros emails han podido terminar en la carpeta de correo no deseado. Sin embargo, sí que tenemos manera de minimizar este riesgo. De partida debemos seguir unas normas básicas en la maquetación, contenido y la reputación del remitente para evitar en la medida de lo posible ir ser considerados SPAM por los clientes de correo. No obstante, en ocasiones, al realizar las pruebas del envío detectamos que van a parar a la carpeta de correo no deseado… y entonces ¿qué hacemos? A veces es tan simple como olvidar cerrar una etiqueta HTML, pero en ocasiones es muy difícil encontrar el factor que está afectando a la reputación. Os recomendamos revisar los siguientes aspectos para evitar este problema.
Lo ideal es realizar un cambio y enviar una nueva prueba, para comprobar sólo un factor cada vez y detectar dónde está el problema concreto para poder evitarlo en el futuro. Si hacemos varios cambios y lo resolvemos no sabremos cuál de todos es el factor clave:
– Validación del HTML. Checkear el HTML en una herramienta de validación como la de W3C y corregir cualquier error.
– Asunto. Revisar que esté todo en minúsculas, eliminar excesos de exclamaciones o símbolos y evitar con sinónimos y frases alternativas las palabras prohibidas.
– Ratio Texto/imagen. Puede que el ratio texto/imagen sea demasiado bajo, por lo que debemos maquetar nuestros textos como tales siempre que sea posible. Es decir, aunque sea más sencillo para l maquetación, debemos evitar el uso de texto como imagen.
Si aun así el email presenta problemas de entregabilidad (siempre partiendo de que enviamos con un remitente con una reputación ya construida), recomendamos “trocear” el contenido para tratar de localizar el foco del problema. Enviaremos las piezas y si alguna versión entra correctamente revisamos el resto y vamos reconstruyendo el mensaje.
En ocasiones el problema sucede sólo con cuentas concretas y no debe preocuparnos que la entregabilidad global se vea comprometida. Para hacer comprobaciones más fiables disponemos de herramientas como Mail Monitor. También podemos crear varias direcciones de prueba en los principales clientes de correo para comprobar que se entregan correctamente en todos ellos.
¿Os habéis encontrado alguna vez con esta situación? ¿Cómo habéis respondido? ¿Conocéis más herramientas como Mail Monitor que nos ayuden a comprobar y gestionar la entregabilidad?
Para saber más sobre Entregabilidad en Email Marketing, aquí tenéis algunos artículos anteriores:
– Guía sobre Entregabilidad en Email Marketing de Responsys
– Cómo mejorar la entregabilidad de tus campañas de email: reputación del envío
– Cómo mejorar la entregabilidad de tus campañas de email: evitar los filtros anti spam
– Siete consejos para mejorar la entregabilidad de tus emailings
Un comentario en “Entregabilidad: Mi campaña de email llega a la carpeta de SPAM ¿Qué puedo hacer?”