A menudo cuando pensamos en la tercera edad no la relacionamos con las nuevas tecnologías ni mucho menos con el email marketing. Sin embargo, la realidad apunta a que es uno de los nichos de mercado con más potencial de explotación. Por ese motivo hoy os daremos 3 tips para dirigiros a este grupo de usuarios vía email.
Hay un dicho popular que dice: “El joven tiene tiempo y energía, pero no dinero; el adulto tiene dinero y energía, pero no tiempo y el anciano tiene dinero y tiempo, pero no energía”. Esto quizás fue cierto en la época de los llamados “Baby Boomers”, quienes llegados a cierta edad no tenían más opciones que quedarse en sus hogares soñando con una época en que podían aventurarse, sin importar la estabilidad económica que hubieran logrado en su vida adulta.
Sin embargo, hoy en día, la tercera edad es uno de los nichos de mercado con más potencial de explotación. La estabilidad económica que han logrado sumado a las nuevas tecnologías y avances tanto en medicina como en comunicación, le han dado energías renovadas que se echaban en falta en las antiguas generaciones.
Al ser un grupo de usuarios que nacieron fuera de la revolución tecnológica, en general, las campañas de marketing y, en particular, las de Email Marketing, deben ser muy claras con su mensaje. De esta manera podrán ponerse a la altura de otras formas de marketing más tradicionales que tienden a utilizarse más con dicha generación.
A continuación veremos 3 puntos que nos ayudarán a llegar de una forma más eficaz a la tercera edad vía Email Marketing:
1- Opciones sin límites de edad: Muchas veces las personas que se encuentran es esta etapa de la vida ya tienen asegurado su bienestar económico, por lo que no tienen tanto miedo a invertir capital en diferentes actividades de ocio como son los viajes o servicios orientados a la exploración. Sin embargo, tampoco miran con malos ojos posibles nuevos negocios que afiancen su posición familiar de proveedores. Y es que la edad, hoy en día, no es un impedimento. Aunque quizás en la práctica no puedan hacer todo aquello que quisieran, las campañas siempre deben demostrar que todavía tienen un mundo por descubrir.
2- Entender las limitaciones: El llegar a la tercera edad trae consigo un desgaste de las funciones físicas que hasta entonces estaban a plena potencia, por lo que es importante que cuando dirijamos nuestras campañas a este nicho seamos conscientes. Por ejemplo, no deberíamos utilizar imágenes demasiado abstractas o una tipografía muy pequeña o difícil de leer. Seguramente forzarían la vista para entender el mensaje o directamente ignorarían el email por su dificultosa comprensión. Si queremos que se interesen por el contenido de la campaña, deberemos diseñar un email adaptado o pensado en ellos.
3- No abandonarlos ni excluirlos: Y no nos referimos a esa imagen de un abuelo mirando pensativamente por la ventana, sino específicamente a recordar que son un grupo de personas que está cada vez más inmerso en la movida tecnológica y como tal, quieren verse representados en dicho mundo tal y como son. Las campañas de Email Marketing específicamente orientadas a este nicho deben atender sus necesidades (servicios de accesibilidad, seguros médicos, turismo, ocio, etc.) pero también deben tenerlos en cuenta como imagen de muchos de los productos que puedan utilizar en su día a día.
En definitiva, la tercera edad es sin lugar a dudas uno de los mayores retos para el Email Marketing. El tener que competir contra los medios tradicionales y la inseguridad que les genera el uso de las nuevas tecnologías son solo un par de razones que a priori nos podrían hacer tirar la toalla. Pero en este caso debemos recordar que son un mercado con un alto poder adquisitivo y un interés creciente por ser tomados en cuenta. No podemos considerar como opción el dejarlos de lado. La barrera que antes les impedía formar parte de la revolución tecnológica está destruyéndose y precisamente ahora, es el mejor momento para hacer ajustes a nuestra estrategia de email marketing para dirigirnos a ellos, siempre y cuando formen parte de nuestro target.