A diferencia de los programas de testeo en otros canales, en los que para obtener conclusiones significativas es necesario invertir un tiempo considerable, en email marketing podemos testear y obtener resultados en poco más de uno o dos días.
Así, podemos aprovechar el aprendizaje que nos aporta el testeo en email marketing para optimizar otros canales. No estamos abogando por eliminar el testeo en landing pages, banners o catálogos, sino, aprovechar los insights que el email puede ofrecernos en poco tiempo, para mejorar las conversiones en otros canales.
Hemos de tener en cuenta que nuestra base de datos es la mejor muestra de usuarios que tenemos y con los que de un modo directo y preciso podemos interactuar. Así tenemos la capacidad de aprender cómo se comportan distintos tipos de perfiles (clientes, prospectos, clientes fieles, clientes inactivos, etc.) ante diferentes tipos de mensajes y ofertas. Tan solo algunas horas después de un A/B test, podemos observar si los prospectos son más propensos a convertir con un incentivo basado en un descuento u otro beneficio por ejemplo, y trasladar este aprendizaje a los canales de conversión directa (por ejemplo en las acciones de performance). Otros ejemplos de cómo aprovechar esta ventaja del canal email y trasladarlo al resto de canales son:
• Reconocer qué copy persuade más a los usuarios a interactuar con el email. Así podemos tomarlo como punto de partida para redactar el copy de los anuncios en PPC.
• Detectar qué oferta atrae más a los clientes inactivos puede sernos útil para definir la oferta en las acciones de retmarketing.
• Supongamos que tras un A/B test en email detectamos que un tono emocional en el copy del asunto genera más ventas que un tono neutro. ¿Por qué no aprovechar este aprendizaje en la definición de los titulares de nuestro site, blog o banners?
• Si detectamos que un email con 3 productos genera más ventas que otro con 5, podemos replicar este aprendizaje a los mensajes de recomendaciones (también te pueden interesar…).
• ¿Qué convierte más, la imagen de una prenda de vestir sola o siendo vestida por un maniquí real? Rápidamente podemos identificar si existen diferencias entre ambas versiones mediante un AB test y si se da el caso, aplicar lo descubierto al resto de banners y visuales que tengamos en otros canales.
Como comentábamos al principio, no estamos proponiendo sustituir las prácticas de testeo propias de cada canal, sino ampliarlas recurriendo al canal con el que más rápidamente podemos obtener aprendizajes si testeamos: el Email Marketing.
Aquí os dejamos 4 casos de testeo en Email Marketing que podréis implementar en vuestras campañas y os ayudarán a sacar vuestras propias conclusiones.