Agosto. Llegan las vacaciones y aumentan las respuestas automáticas de “Fuera de la oficina”. También vemos caer, en muchos casos notablemente, las tasas de apertura de nuestros emails, más aún si se trata de envíos B2B. Esta caída es natural, pero aun así preocupa a muchos profesionales del marketing y despierta inquietud sobre qué hacer en verano ¿Enviamos emails? ¿Esperamos a que pasen las vacaciones?
Algunos temen que esta tendencia a la baja de la tasa de apertura pueda afectar a la entregabilidad de la que hablábamos en artículos anteriores. Sin embargo, el periodo es demasiado corto como para que pueda haber una influencia relevante en la reputación del envío. En cualquier caso, si decidimos no lanzar nuestros emails en verano, sobre todo en el caso de emails periódicos de cierta frecuencia, estamos rompiendo con el comportamiento al que hemos habituado a nuestros lectores. ¿Se pueden olvidar de nosotros?
No hay una respuesta cerrada. Si nuestros usuarios están de vacaciones no nos echarán en falta, pero sigue habiendo un porcentaje de usuarios que está recibiendo y leyendo nuestros emails, y decidir poner los envíos en “stand by” hasta la vuelta de vacaciones es perder la oportunidad de conectar con este grupo. Por tanto, en el caso de campañas concretas, es mejor esperar a periodos no vacacionales para conseguir mejores resultados, pero en el caso de envíos periódicos, como es el caso de los newsletters no es recomendable detener los envíos. Como decía Dela Quist:
“no se puede generar engagement con un email que no se envía”
Y respecto al miedo a que la reputación pueda resultar dañada, es algo que no debe preocuparnos, pero siempre podemos plantear una estrategia para darle un empujón a la entregabilidad a la vuelta de vacaciones. Podéis conocer más sobre estas estrategias en otro artículo de nuestro blog.
¿Os habéis planteado alguna vez este problema? ¿Qué hacéis con vuestros envíos en verano?
