1. Colma las expectativas de tus usuarios.
Si la información que envías por email a tus usuarios no guarda relación con sus
intereses o se aleja de lo prometido en el momento de la captación, te encontrarás con un incremento de las quejas “esto es spam”. Esto penalizará tu reputación como remitente.
2. Envía un email de confirmación.
Si solicitas la confirmación de la suscripción al usuario evitarás la introducción en la base de datos de direcciones erróneas. Por otro lado, este primer contacto es el mejor memento para solicitar al usuario que añada a su lista de direcciones seguras la dirección de email que utilizarás para el envío de tus campañas.
3. Incluye tu marca en el “From Name”.
Si el usuario no reconoce al remitente de un email que acaba de recibir, es mucho más probable que no lo abra, y no solo eso, sino que lo marque como spam.
4. Asegura la accesibilidad al contenido, incluso con las imágenes bloqueadas.
La mayoría de desktop y web mails incorporan restricciones en la descarga de las imágenes. Por ello es importante que el texto comunique lo esencial del mensaje, de modo que sea fácilmente reconocible por el usuario. También es recomendable incluir un enlace a una versión web del mensaje en el header del mismo. Esto incidirá en el incremento de aperturas y clics, y por ende en la reputación que obtengas como remitente.
5. Haz reconocible y accesible el enlace de baja o desabono.
No trates de esconder o minimizar la presencia del enlace de baja. Con esto lo único que conseguirás es que los usuarios que no encuentren como desabonarse te marquen como spam. El enlace al formulario de baja debe de ser visible y reconocible; una buena práctica consiste en situarlo en el header del mensaje, al lado del enlace a la versión web.
6. Asegúrate que las direcciones de correo no se han importado de un fichero demasiado antiguo.
Muchos ISP recurren a las spamtraps, direcciones de corre que han quedado en desuso por sus usuarios y que por ende no deberían recibir información por email. Si alguna de estas direcciones se encuentran en tu base de datos y sobre ellas lanzas una campaña, estarás indicando que no depuras tu base de datos, que no mantienes una buena higiene de los registros. Esto perjudicará tu reputación y la entregabilidad de tus campañas. Nuestra recomendación es que cada 6 meses, todas las direcciones de tu base de reciban al menos una campaña. Una vez detectadas las direcciones inactivas, deberías excluirlas de tus envíos posteriores e incluirlas en un programa de reactivación específico.
7. Controla las quejas de tus usuarios.
El % de usuarios que pinchan en “esto es spam” es el principal indicador que los ISPs utilizan para definir el grado de entregabilidad de tus envíos. Cuantas más quejas obtengas, menor será el nivel de entregabilidad de tus campañas.
Una buena práctica consiste en trackear las quejas poniéndolas en relación al origen del dato (por canal, formato publicitario y anuncio), de modo que puedas centrar la captación en esos orígenes de mayor calidad.
A modo de referencia, estos son los umbrales de peligrosidad de las quejas para Hotmail:
Menor de un 1% Valor normal de quejas
Entre un 1% y un 2% Valor preocupante de quejas
Entre un 2% y un 3% Riesgo moderado de ser bloqueado
Más de un 3% Riesgo elevado de ser bloqueado
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